El genio del ser humano reside en su curiosidad. La inteligencia con que resuelve los problemas de la vida cotidiana es la principal razón de su supervivencia. Del descubrimiento del fuego a la invención de la rueda, del desarrollo de la escritura al surgimiento de la imprenta, y desde el conocimiento de los planetas hasta la llegada a la Luna, el hombre ha llevado al límite su deseo de investigar. Los descubrimientos de una época hacen viables los siguientes. Es imposible detener este proceso. El hombre seguirá descubriendo hasta extinguirse o, más probablemente, hasta adaptarse al mundo diferente que ha contribuido a crear.
A mediados del siglo XIV los europeos se lanzaron a la exploración y conquista las tierras desconocidas. Gracias al espíritu inquieto e intrépido de estos hombres, capaces de emprender aventuras de objetivos tan inciertos, se abre la Era de los Descubrimientos que favorece el inicio de cinco siglos de invención humana.
La sed de conocimiento mezclada con la innata capacidad del hombre por descifra enigmas llevó a la humanidad a descubrir la forma esférica de la Tierra. Personajes como Bartolomé de las Casas o Erasmo definieron tempranamente el concepto de humanidad. Copérnico, Galilea y Kepler nos facilitaron la manera de entender y conocer mejor nuestro Universo, a través del descubrimiento de una nueva ciencia, la Astronomía.
La carrera hacia el progreso había comenzado y ya no había forma de pararla.
Pero mientras algunos hombres sintieron la necesidad de viajar a lugares recónditos y descubrir nuevas tierras, otros realizaron un viaje al interior del cuerpo humano. En los descubrimientos geográficos y las exploraciones realizadas, se obtuvieron multitud de datos acerca de plantas y animales desconocidos hasta entonces. La investigación anatómica y fisiológica realizada, descubrió nuevos hechos y llevó a nuevas teorías que echaron por tierra las aceptadas por Galeno.
Fenómenos como el magnetismo, la transmisión de la luz o el calor, así como la creación de instrumentos de precisión, lentes, relojes, barómetros, balanzas…, servirán de trampolín a la nueva era del conocimiento.
En la Edad Media, la autoridad suprema en medicina y anatomía humana era el médico de la Grecia antigua Galeno. En la época de Galeno estaba prohibida la disección humana y había llegado a sus conclusiones sobre la anatomía humana a través de la disección de cadáveres. Cuando el anatomista Andrés Vesalio (1514-1564) empezó a diseccionar cadáveres de criminales recién ejecutados, descubrió que Galeno se había equivocado con frecuencia. La respuesta de los tradicionalistas fue que la anatomía humana debía haber cambiado desde la época de Galeno. Galeno había tenido una idea de la circulación de la sangre que sugería que la sangre se filtraba a través de pequeños poros en la pared que separaba los dos ventrículos del corazón. Por eso, cuando el físico y anatomista inglés William Harvey (1578-1657), retomando las teorías del médico y teólogo español Miguel Servet (1511-1553), contradijo a Galeno al publicar su investigación sobre la circulación de la sangre en 1628, causó bastante controversia. Pero a la muerte de Harvey, su descripción detallada, basada en la disección y la experimentación con animales, era ampliamente aceptada.
Los descubrimientos clave en los campos de la ciencia, las matemáticas y la filosofía contribuyeron al rápido desarrollo de la sociedad europea de la época. Entre los inventos científicos más destacados figuraba la construcción del microscopio durante el siglo XVI. Si bien se desconoce quién fue su inventor, su perfeccionamiento suele atribuirse al holandés Antón van Leeuwenhoek. En 1643, Torricelli inventó el barómetro, usado para medir la presión atmosférica. La bomba de vacío, construida por vez primera por Otto von Guericke en 1645, fue un invento que posteriormente demostró ser vital para la innovación industrial y la invención del motor.
El primer motor a vapor lo patentó en 1698 Thomas Savery, a quien habían encargado idear un dispositivo que extrajera el agua de los tiros de las minas mediante bombeo. En 1714, Daniel Gabriel Fahrenheit creó el primer termómetro de mercurio de precisión y, en 1731, John Hadley inventó el sextante, que mejoró sobremanera la navegación náutica. Rene Descartes vivió entre 1596 y 1650 y realizó contribuciones esenciales a los métodos matemáticos.
Descartes, cuyos métodos estaban estrechamente ligados al pensamiento filosófico, suele considerarse el padre de la matemática moderna. Isaac Newton (1642-1727), filósofo y matemático inglés, fue autor de tres descubrimientos cruciales: el método de cálculo, la composición de la luz y, el más famoso de todos ellos, la ley de la gravedad. Estos y otros descubrimientos alentaron una sensación general de entendimiento del mundo y fueron el preludio de la era conocida como la Edad de la Razón o el Siglo de las Luces.
Un nuevo método científico, basado en observación y experimentación, y anclado en la lógica implacable de las matemáticas, fue reivindicado triunfalmente en la obra de sir Isaac Newton (1642-1727). El descubrimiento por parte de Newton de las tres leyes del movimiento y de la ley de la gravitación proporcionaron una explicación mecánica completa del universo, cuyos movimientos demostraron ser tan predecibles como un reloj. La mecánica newtoniana fundamentó los grandes avances tecnológicos que la siguieron —desde las máquinas de vapor a los cohetes espaciales— y, a pesar de las conclusiones de la relatividad y de la física cuántica, sus leyes siguen siendo válidas en la mayor parte de las escalas y para la mayoría de los propósitos prácticos. Fue la ruptura intelectual de Newton más que cualquier otro elemento lo que estableció las bases de la Ilustración del siglo XVIII
El avance tecnológico abre sus puertas al siglo XVIII con la creación de la máquina de vapor. El mundo, a partir de entonces, sufre una mecanización que facilita la producción.
Los descubrimientos de fósiles antediluvianos, la existencia de frecuentes cambios en la naturaleza y las demostradas afinidades entre las especies, originarán la polémica entorno a las ideas de Darwin. El siglo XIX será pues testigo del nacimiento de la biología moderna.
Asoma el siglo XX y nos trae la Teoría de la Relatividad, que provoca cambios radicales en la concepción del Universo. Se descubren nuevas formas de investigación científica, aparece el psicoanálisis, se producen importantes avances en la física y la genética, empieza la carrera espacial.
A partir de los grandes descubrimientos la vida europea variaría profundamente sus modos de existencia:
a) Se originaron grandes imperios coloniales extraeuropeos; los españoles se establecieron en las Antillas y en el continente americano, desde California hasta el Cabo de Hornos. Por s: parte, los portugueses lo hicieron en África, Insulindia y Brasil. Algo más tarde los franceses; recorrerían los territorios de la actual América del Norte comprendidos entre el río San Lorenzo y el Mississippi, en tanto que los ingleses poblaron la fachada atlántica de la región La formación de estos imperios originaría violentas rivalidades coloniales, en muchas ocasiones unidas a la piratería y al contrabando. La atmósfera de competencia existente entre las diversas metrópolis causó frecuentes enfrentamientos.
b) Entraron en contacto diferentes civilizaciones de Europa, América, África y Asia, con el consecuente intercambio cultural, y se modificaron y ampliaron la astronomía, la cosmografía y la física. También se precisaron la forma y la dimensión de la Tierra.
c) Se produjo una revolución comercial. Se universalizó el comercio, pues no quedó reducido al ámbito europeo, como sucedía anteriormente. Además, Europa se convirtió en el centro económico del mundo, poniendo en circulación nuevas monedas de utilización general, como el “ducado” de Venecia y el “florín” de Florencia, y creando nuevas técnicas mercantiles: seguros marítimos, sociedades comerciales, bancos de ultramar, etcétera.
d) Se construyeron puertos, astilleros y compañías comerciales. Se modificó la economía interior de Europa y se dio una migración de campesinos. Se desarrolló el capitalismo.
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