Con los viajes de Cristóbal Colón, los navegantes europeos llegaron, conquistaron y colonizaron para la Corona de España los extensos territorios del Nuevo Mundo. Desde las bases que habían establecido en las islas del mar Caribe, los españoles extendieron la conquista a Centroamérica, México y Perú, subyugando a los pueblos que encontraron a su paso. Ya para finales del siglo XVI habían ocupado prácticamente la totalidad de Sudamérica y Centroamérica, así como otros territorios.
Antes de la conquista, América tenía aproximadamente algo más de 80 millones de habitantes que poco a poco fueron diezmados a causa de las enfermedades traídas por los europeos. Mientras que los sobrevivientes fueron puestos al servicio de los colonizadores para trabajar en las plantaciones y minas. Cuando los indígenas empezaron a decrecer en número, para reemplazarlos se importaron esclavos procedentes de África.
Conocer las circunstancias bajo las cuales se desarrolló determinado hecho históricos en una región geográfica determinada resulta de vital importancia para entender los aspectos que la caracterizan. Es por esta razón que surge el presente trabajo cuyo tema es "Análisis de los principales procesos que tuvieron lugar tras la llegada de los españoles a América. Consecuencia".
Son muchas las investigaciones que hasta la actualidad han desarrollado este tema. No obstante aún sigue siendo un campo abierto a nuevas proposiciones debido a la diversidad de interpretaciones que se pueden hacer del mismo. En el caso del presente trabajo, su novedad y actualidad está determinada por el hecho de que se pretende Describir el proceso y las consecuencias de la conquista y colonización europea en América para un mejor conocimiento de la historia de la cultura latinoamericana. Al darle cumplimiento a este objetivo, además de contribuir al conocimiento de la historia latinoamericana, se pretende crear un material bibliográfico que sirva de consulta para posteriores estudios.
Capítulo I:
El descubrimiento de América. Causas y consecuencias
- Antecedentes históricos del descubrimiento de América.
Durante el siglo XIII europeo, el crecimiento de las ciudades junto al aumento del nivel de vida y de la población en general, fue un proceso continuo, a lo cual se sumó además la creciente demanda de objetos de lujo y oro. Sin embargo, los grandemente beneficiados fueron los musulmanes, quienes para ese siglo llegaron a controlar las rutas por tierra. El comercio de las especias y de la seda por vía terrestre con la lejana India, al igual que el transporte del oro a través del desierto del Shara, resultaba carísimo. Razón por la cual se comenzó a pensar en lo rentable que sería descubrir nuevas rutas marítimas para evitar a los intermediarios. También la necesidad de encontrar nuevas vías se hizo imperiosa a partir de la dominación del mundo islámico por parte de los turcos, los cuales para el año 1453 conquistaron Constantinopla[1]
España y Portugal fueron los dos únicos países que durante siglos mantuvieron constantes relaciones con las potencias africanas y además eran los que más cerca se encontraban de su costa atlántica. Por lo que ya para el siglo XIV marinos portugueses y españoles habían comenzado a navegar por dicha costa tomando posesión de algunos puertos e islas. Además, contaban con las carabelas (Ver Anexo Nro. 1), embarcaciones adecuadas para hacer una travesía por el océano.
Los marinos vascos, cántabros y gallegos que repoblaron la costa andaluza conocían los vientos y las corrientes del Atlántico. Sabían manejar la brújula, y con el astrolabio podían medir exactamente la latitud y mantener un rumbo fijo durante una travesía en alta mar[2]
Además, la experiencia histórica de España, tras la reconquista después de ocho siglos de dominación árabe, la llevó a seguir su expansión más allá de sus fronteras. Este hecho de la reconquista no solo ubicaba a la Monarquía Hispana en posición de ocupar y administrar nuevas tierras, sino que le había creado la necesidad de seguir con esa misma dinámica que estimulaba en los individuos la sed de aventuras y el afán de enriquecimiento.
- Factores que condujeron a España a la búsqueda de nuevos territorios.
Entre los hechos más significativos de inicios de la Edad Moderna, sobresalen las exlporaciones geográficas realizadas durante el siglo XV que resultaron en el descubrimiento de Ámerica. La expansión y conquista de pueblos y culturas de otros continentes por parte de los europeos, sentó las bases de la preponderancia europea en el mundo[3]y el nacimiento de grandes imperios coloniales. Esta expansión europea fue posible gracias a la combinación de una serie de factores.
Más allá de los pequeños espacios costeros, el océano se hacía impenetrable y desconocido para el hombre medieval. Leyendas y supersticiones lo habían poblado de animales fantásticos, agresivos y tenaces que defendían aquel mar tenebroso. A finales del siglo XV, los reinos ibéricos de Portugal y Castilla, que se habían consolidado como dos grandes potencias marítimas que contaban con una gran capacidad económica y militar, serían los encargados de desvelar los misterios del Atlántico.
Portugal, además de su vocación marinera y conocimientos marítimos, disponía de una gran flota naval y poseía gran experiencia en navegar la costa atlántica. Por su parte, los reyes castellanos pronto hicieron suya la inquietud por el mar. Lo cual se evidenció a través de la protección brindada a la construcción naval, la creación de astilleros y los provilegios concedidos a las ciudades del litoral. De esta manera fue creciendo el potencial naval castellano y su utilidad tanto en la guerra como en la paz.
A mediados de este siglo, el aumento de la población y de las riquezas en Europa provocó el aumento de la necesidad de metales preciosos como el oro y la plata, y de codiciadas especias (pimienta, canela, nuez moscada, etc.) indispensables para el desarrollo gastronómico europeo. Esto provocó que las relaciones comerciales con el interior de África y las Indias (Ver Anexo Nro. 2) se intensificaran.
Hasta finales del siglo XV todos los productos provenientes del oriente llegaban a Europa por el Mediterráneo a través de intermediarios árabes y venecianos. Sin embargo, tras la conquista de Constantinopla esta ruta fue interrumpida, razón por la cual surgió la necesidad de buscar una nueva alternativa para desarrollar dicho comercio. Fue entonces que las monarquías portuguesa y castellana apoyaron los proyectos de descubrir un ruta directa por el Atlántico.
En este propio siglo se produjo un notable desarrollo de los conocimientos científicos y de las técnicas de navegación que mejoraron las condiciones para las exploraciones oceánicas (Ver Anexo Nro. 3). Para la orientación en alta mar, se dispuso además del astrolabio que permitía calcular desde la nave la latitud y deducir la posición del barco, de la brújula, aguja imantada que marca permanentemente el norte.
Por último, el espíritu aventurero junto a la fama, estimulada por los viajes de Marco Polo a China en el siglo XIII y el afán de enriquecimiento, impulsaron el deseo de alcanzar las Indias directamente por mar. Además, el deseo de llevar el cristianismo a las nuevas tierras para la evangelización también ejercició su influencia.
- Descubrimiento, conquista y colonización de América.
El descubrimiento de América fue una empresa que permitió ampliar las fronteras oceánicas de Europa. Es considerada además la aventura más importante en la historia de la humanidad, cuya figura más distinguida fue Cristóbal Colón, quien hizo posible lo que actualmente se ha dado en llamar el encuentro de dos mundos[4]Este hecho estuvo motivado por una serie de factores sociales, económicos, religiosos y técnicos; y fundamentalmente se apoyó en impulsos políticos y científicos. Tras un largo aprendizaje mediterráneo, esta empresa marítima adquirió protagonismo indiscutible en la zona del golfo de Cádiz gracias al impulso de los marinos portugueses y andaluces, los más capaces y mejor conocedores del Atlántico durante los siglos XV y XVI.
Cristóbal Colón expuso al rey de Portugal en 1482 su proyecto de llegar a las Indias por el Oeste, ruta que según él era más corta que la del Este. Calculó que la distancia de Canarias a Cipango (Japón) era de 2.400 millas que tardarían un mes en recorrerse, y no de 10.600. El error estaba motivado en una mala traducción de un libro árabe, ya que las millas árabes son más cortas. Quizás este error propició la conquista, pues la distancia real hubiera podido provocar el rechazo del proyecto.
El 12 de octubre de 1492, la expedición de Colón llegó a las Antillas, y con posterioridad, el 5 de diciembre del mismo año arribó a La Española (Ver Anexo Nro. 4), actualmente dividida en dos países (Haití y Repúlica Dominicana) y donde estableció la primera colonia europea en el Nuevo Mundo. Luego en diversos viajes los españoles fueron explorando y estableciendo pequeñas colonias, primero en el archipiélago de las Antillas y después en el continente americano.
Para el año 1511 el descubrimiento y la conquista de las grandes islas y el conjunto de las Antillas ya había concluido. Sin embargo, los resultados económicos generados por los viajes de Colón no respondieron a las expectativas, pero la conquista y colonización del continente avanzó hacia el oeste y abarcó prácticamente la totalidad del continente.
Los dos momentos más importantes en el proceso de conquista fueron la invasión del imperio azteca por Hernán Cortes entre 1519 y 1521, y la del imperio incaico del Perú por Francisco Pizarro de 1532 a 1533.
- Procesos que tuvieron lugar tras la conquista y colonización.
El objetivo de los colonizadores españoles, fue desde un principio, la explotación económica del territorio conquistado y la cristianización de los indios. Con tal de cumplir este último objetivo, en América se llevó a cabo un proceso de evangelización que consistía en la acción misionera realizada bajo la dirección de los monarcas españoles por concesión papal.
Con la llegada de las primeras noticias que informaban del descubrimiento del Nuevo Continente, los Reyes Católicos y sus sucesores comenzaron a recibir numerosas concesiones por parte del Papa, quien les concedió el derecho de ocupar las nuevas tierras y dominar a sus habitantes.
A fin de cumplir con la labor evangelizadora, a la Corona se le otorgó el derecho de poder intervenir en numerosas cuestiones como el cobro del diezmo, la capacidad de construir y organizar la Iglesia de América, etc. El instrumento más activo de la evangelización fue la entrega total de las órdenes mendicantes, cuya actividad se iniciaba con la misma conquista militar y continuaba posteriormente dirigiéndose a toda la población indígena para su cristianización.
El sistema de colonización utilizado en los primeros momentos del Imperio Español fue la encomienda, la cual fue establecida como un derecho otorgado por el Rey en favor de los españoles colonizadores. El español cobraba los tributos que los indígenas, como súbditos del Rey, debían pagar a la corona y, a cambio, debía cuidar del bienestar de los indígenas en lo espiritual y en lo terrenal, asegurando su mantenimiento y su protección, así como su adoctrinamiento cristiano. Que no era más que el compromiso hecho por el conquistador para evangelizar a todos los indígenas que le habían correspondido en su repartimiento; los niños debían recibir las enseñanzas religiosas todos los días y los adultos tres días a la semana.
Sin embargo, se produjeron múltiples abusos y el sistema derivó en formas de trabajo forzoso o no libre. Los conquistadores, que habían comenzado a explotar las minas de oro con los indios, reemplazaron por especias el pago del tributo por trabajo en favor del encomendero. Así, los conquistadores se enriquecían mientras que los indios sufrían cada día más porque eran rudamente apretados en el trabajo. Los que morían eran tantos, que su número disminuía en mayor proporción que lo que aumentaba el de las personas blancas.
Estos abusos dieron lugar a múltiples protestas, y a pesar de que se aprobaron las Leyes Nuevas que recordaron solemnemente la prohibición de esclavizar a los indios y abolieron las encomiendas, la colonización española se caracterizó desde un principio por el mestizaje. La población europea se mezcló con los indígenas americanos (mestizos) y la población esclava traída de África (mulatos).
- Consecuencias derivadas del proceso de conquista y colonización.
Con la llegada de los colonizadores españoles surgieron en América enfermedades desconocidas en el Nuevo Mundo. Ejemplo de estas son la viruela, la gripe, el sarampión y el tifus, contra las que la población nativa no tenía resistencia y se produjo un descenso poblacional. Debido a las duras condiciones de trabajo a que fueron sometidos los indios, los españoles provocaron un decenso demográfico que llegó al aniquilamiento en las Antillas y el Caribe.
Bajo la idea de la evangelización, los cristianos europeos recién llegados a América, originaron un intenso debate teológico y legal sobre la naturaleza de sus habitantes. Esta polémica concluyó con la oposición de la Corona a su esclavitud y la incorporación de los nativos como súbditos de la misma con todos sus derechos. A partir de este momento las leyes de la Corona Española establecieron que los indígenas americanos no serían sometidos a la esclavitud, sino a un régimen de servidumbre denominado encomienda, mediante el cual eran dados a encomenderos españoles.
Poco a poco, con la aparición de los blancos como nuevo grupo social y racial dominador que se sitúa en la cúspide de la pirámide social, se va a sustituir a la oligarquía indígena por sociedades precolombinas estructuradas. Con el paso del tiempo este grupo español va a dar lugar a los criollos. Descendientes de españoles pero ya naturales de América y que van a constituir la élite social, económica y política de los territorios.
El descenso de la población de nativos americanos provocó una falta de mano de obra indígena que España trató de reemplazar con esclavos provenientes del África subsahariana, con lo cual se inició a un proceso de mestizaje que se dio en todas las variantes (Ver Anexo Nro. 5 y Nro. 6): mestizos (blancos+indios), mulatos (blancos+negros) y zambos (indios+negros).
La evangelización cristiana que tuvo un extraordinario éxito en todo el Nuevo Mundo modificó el sistema de creencias y el mundo espiritual de los indios, con diferente grado de resistencia, siendo uno de los factores de colonización más determinantes. La llegada de población esclava negra introdujo en América su particular mundo espiritual, aunque también entró en un proceso de evangelización cristiana.
Para América una de las consecuencias de la colonización fue que entró en un sistema de intercambio de productos. Igual que una serie de productos fueron exportados a Europa, los europeos introdujeron en América una serie de productos que fueron la base de su alimentación.
La pérdida de materiales preciosos como el oro y la plata, no tuvo tanto una consecuencia directa en las sociedades precolombinas en cuanto el oro y la plata no tenía valor de cambio en su economía, sino puramente ornamental.
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